#284 Ultras con resaca y unas cuantas lecciones, con Ángel Perez 4g1750

Esa es la gran historia que nunca hemos querido destapar, por no dar mal ejemplo de lo que no hay que hacer.

Decidiste plantarte allí conmigo en los 93 kilómetros de Murcia.

Estábamos durmiendo, alguien llama a la puerta.

Hey guys, come on to the party.

Tomamos una cervecita, joder que bien, una cervecita.

Encima estamos en Murcia y decís pues cena feliz, nos vamos de tapas.

Y de repente, ¿quién aparece a las 3 o 4 de la mañana, Eran? Algo más que nos pueda pasar antes de no correr 93 kilómetros, que llevamos no sé si 6 o 7 meses de preparación.

Fue increíble.

¿Cuál es la manera de trabajar que hemos tenido siempre? Te podría definir muy claramente como una receta que genera muy buenos resultados.

Nosotros empezamos a entrenar prescribiendo lo último posible, correr.

Hostia, es verdad.

Vas a tu ritmo de maratón para hacer tu marca personal y se te cruza alguien.

Tú me dijiste, tú me llamas para que yo te diga que pares.

Y yo te dije, sí.

Y me dices, pues no te voy a decir nada.

Te jodes, reflexionas y cuando decidas, me vuelves a llamar.

Después de no sé cuantos años dedicados al mundo del entrenamiento personal, de haber formado a muchísimos entrenadores por toda España para ser mejores entrenadores presenciales, ¿no te supone una disonancia grande haber acabado dirigiendo un equipo digital? ¿Cómo duermes por las noches? Farsante.

Muy buenas a todos.

Soy Rubén Espinoza y esto es Hijos de la Resistencia.

Un programa en el que ahondamos en este tipo de deportes y en el que abrimos las puertas a que deportistas, entrenadores e investigadores nos aporten todo lo que saben para que entrenemos más y mejor.

Muy buenas a todos.

Bienvenidos, bienvenidas a un nuevo episodio del podcast de Hijos de la Resistencia.

Soy Rubén Espinoza y vamos a pasar juntos, hoy sí que sí, el mejor momento de la semana.

Porque hoy te traigo un regalo que te puede gustar más, te puede gustar menos, pero es un regalo, de verdad.

Y te voy a explicar por qué lo veo así.

Mira, hace unos días estuve compartiendo una semana en Peniche, en Portugal, con una persona que es bastante importante para mí, tanto en mi vida personal como en mi vida profesional.

Es el director técnico de Hijos de la Resistencia, ya te lo anticipo.

Y es una persona a la que conozco desde hace muchísimos años, ahora unos 11, 12 años, aproximadamente, que nos conocemos.

Y estuvimos allí cenando un día y estábamos teniendo una conversación fantástica acerca de un montón de cosas.

Desde cosas súper frikis del mundo del entrenamiento, de por qué el trabajo de movilidad del tobillo podría mejorar el rendimiento de un maratoniano élite que apenas entrena la movilidad del tobillo, hasta contando experiencias que hemos tenido, algunas que se pueden contar y otras que, bueno, contaremos porque ya han prescrito, pero que al menos te van a hacer reír porque, je, de verdad somos unos desgraciados en algunas cosas.

Y hoy va a quedar grabado e inmortalizado para siempre.

Pero de verdad, es una persona a la que tienes que conocer.

Y nada, simplemente decirte que el contenido de esta charla no está en los libros, no lo vas a encontrar en ningún manual, son muchos años haciendo muchas cosas, cometiendo muchos errores, muchos aciertos, cagándola, cagándola de nuevo sobre el error cometido anteriormente y al final se aprende mucho.

Y creo que es el momento, después de tantos años, de juntarnos de esta manera y compartir con vosotros algunas de las historietas que tenemos después de muchos años haciendo muchas cosas.

Para que te hagas una idea, mi madre, no una persona cualquiera para mí, me dice un día, oye Rubén, ¿a Ángel por qué no le has entrevistado con todo lo que sabe? Y le dije, pues precisamente por eso, mamá, porque sabe demasiado.

Así que bueno, te puedes hacer una idea de lo que te vas a encontrar hoy.

Espero que disfrutes, espero que aprendas, espero que te rías, espero que después de esta charla no nos veas como unos desgraciados, si nos ves así, pues oye, a lo mejor lleva razón.

Y nada, disfruta, no te voy a dar su presentación curricular, porque trabaja conmigo y lo quiero para mí.

Así que si te cuento todo lo que ha hecho, a lo mejor alguien por aquí se lo quiere llevar y no estoy dispuesto a tener que hacer contraofertas.

Disfruta y de la misma manera que te digo muchas veces, recomiéndale este podcast a tu gente cercana, en esta ocasión no lo hagas.

Quédatelo para ti, esto queda entre tú y yo.

Démosle una calurosa bienvenida al programa a mi amigo Ángel Pérez.

¿Cuánto tiempo llevo atosigándote para grabar? Yo creo que tres o cuatro años.

¿Solo? Yo ¿cuántos llevábamos de podcast? ¿Seis? ¿2019? Sí, seis.

Pues ni cuando los capítulos eras tú solo.