#9 - Las heridas que me han hecho crecer: arte, dolor y resiliencia con Patricia San José 295d6m

Gracias a ti, Patricia, por haber accedido a participar en este podcast y a compartir también conmigo y con los oyentes de Resiliencia Creativa tu historia y tu experiencia tan retadora y tan bonita a la misma vez.

Sí, ha habido una cosa que has dicho y es que yo pierdo un poco la perspectiva y eso que hace muy poquito tiempo, porque son cinco años dándole duro al arte y a mi proceso de terapia en concreto.

Has dicho proceso necesario.

Yo ahora sí que, pasado un tiempo, considero que es un lujo estar en mi lugar pero cuando empecé no.

Cuando empecé fue un salvavidas, sí.

Fue algo a lo que me agarré, pero fuerte, fuerte, fuerte.

Y bueno, pues gracias al arte y a mi psicóloga y a la red que tuve y a mí, al compromiso, pero gracias al arte, a esta herramienta que yo siempre he tenido ahí cerca pero nunca tan explorada como durante este tiempo, pues pude salvarme de alguna manera.

Patricia, no sé si para los que nos están escuchando te apetece explicar un poco tu proceso y de dónde vienes, de dónde surge todo esto que estás comentando ahora, hasta donde a ti te apetezca.

Pues yo, así como la parte más rápida y más resumida, soy artista de toda la vida.

De esto que sabes que yo sabía que estaba vinculada al arte, pero mi camino fue por otros lugares, por las matemáticas.

Luego ya reconducí mi vida, me dediqué a estudiar y hace 15 años ya tuve hijos y ahí como que me centré en la crianza y bueno, pues dedicaba un espacio muy, muy pequeño al arte y me satisfacía.

Era como, bueno, estoy conectada de alguna manera a lo que me gusta.

Pero fue hace cinco años que pasé por una experiencia muy dolorosa.

Fue una ruptura amorosa y me rompí.

Me rompí por dentro.

Fue una situación muy dolorosa, muy compleja, donde me abandoné completamente y estaba muy triste y desconectada.

Entonces, esto fue a finales del 2019, arrancó el 2020 gracias a la red de amigos que bien te acompañan cuando estamos en estos momentos complicados, pues me recomendaron a una psicóloga y me dijeron tienes que ir porque es muy buena y tal.

Aún estuve pensándomelo unos meses como diciendo yo puedo, yo puedo.

Pero no podía, hubo un momento en el que dije es que necesito ayuda, necesito apoyo, necesito que me lleven durante un tiempo.

Porque ahora mismo no sé dónde estoy, no sé dónde piso.

Y nada, conocí a Madalena Pérez Trenado y empecé terapia con ella.

Casualmente hice una sesión, nos conocimos y justo nos confinaron.

Entonces, bueno, pues yo decidí, ella me preguntó, yo decidí, habiendo dado el paso, pues seguir con la terapia aunque fuese a través de una pantalla que bueno, pintaba que iba a ser más frío pero tenía como una fuerza vital dentro de decir venga, este es el camino y sigue por ahí.

Así que no, seguimos, o sea, iniciamos la terapia y bueno, pues si las terapias son complicadas en persona a través de una pantalla y pues se hacía, bueno, enganchamos enseguida, tuvimos vínculo y tal.

Pero yo, claro, el lenguaje que habitualmente Madalena utiliza en las terapias, pues yo no lo aprovechaba del todo.

Porque bueno, ahora al cabo del tiempo sí que me comunico muy bien y me conozco y me expreso y tal.

Pero en ese momento no, no era esa mi principal cualidad.