
La CRUDA REALIDAD de las BARBERIAS en España 42m33
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En este episodio, exploramos el universo de la barbería con uno de los más grandes expertos en el oficio: Iker Irigoyen. Desde su viaje en el mundo de los cortes hasta cómo ha revolucionado el estilo de la barbería en la actualidad, Iker nos comparte su visión única. Acompáñanos mientras hablamos de técnicas, tendencias y cómo la barbería va más allá del corte, convirtiéndose en una forma de expresión y cultura. ¡Prepárate para una conversación llena de inspiración y pasión por el estilo! 🎧 No te pierdas este episodio donde Iker Irigoyen nos revela todos los secretos del arte del corte. #Barbería #unoporciento #CortePerfecto #Estilo #unoporciento #Podcast 1p6vb
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Muy buenas a todos, hoy tenemos el placer de grabar con Iker Yrigoyen, una persona que se
está convirtiendo en un referente en el mundo de las barberías y un pedazo profesional de las
tijeras. Bienvenido Iker. Opa, Kaiso, ¿qué tal? Oye, muy agradecido de que compartas este ratito con nosotros.
Es un mundo que me genera bastante curiosidad, ¿no? Todo el mundo conocemos el mundo de las
barberías, ahora ha tenido un auge significativo en los últimos años, pero yo creo que no
conocemos la mayoría de nosotros un poquito el origen de este oficio. No sé si hay algo que me
puedes contar sobre de dónde viene todo. Bueno, primero que todo, gracias por traerme, muchas
gracias por dejarme este espacio. A ver, la estética y la barbería, todo lo que es la peluquería, sí
que se remonta a tiempos centenarios, os diría yo. Yo los mayores recuerdos que tengo de las
cosas que a nosotros nos han llegado de España, la barbería comienza de ser un servicio que
antaño se hacía hacia los hombres, porque se separaban los hombres de las mujeres, entonces
es por eso que se diversificó en que los hombres tengan su propio espacio. Y la barbería de barbas,
sí que es cierto que antes había como mucha antigüedad en el hecho del ritual de afeitado
de barbas, la congregación de hombres en ese espacio, y viene desde entonces. O sea, yo me acuerdo de ir
a las peluquerías de Pamplona antiguas y ver a la gente afeitarse con las cuchillas estas antiguas,
con las navajas, y viene de ahí. O sea, realmente lo que yo conozco es que viene de esas épocas. Luego
sí que es cierto que tuvo un parón en España por la movida madrileña en los años 80, que la gente
empezó a dejarse el pelo largo, la barbería fue desapareciendo poco a poco, porque veían que el
pelo largo lo cortaba mejor alguien que estaba especializado en pelo largo. Y ahora de hace igual
20 años, 25 atrás, y ha vuelto otra vez a coger el ritmo, el auge, y luego ya te diría yo que el
siguiente boom ha sido después de que todos nos confinásemos, que todo el mundo apareciese en las
redes sociales. Porque claro, yo creo que ahora ha pegado mucho boom, porque antes si tú estabas en
internet eras persona pública, pero de internet. O sea, mi madre no conocía al Rubius, por ejemplo, y ahora
mi abuela conoce al Rubius, porque claro, en la pandemia hasta mi abuela se conectó en TikTok.
Entonces después de que todo el mundo accediera a las redes sociales, han empezado a aflorar un montón
de marcas nuevas, de servicios, de todo. Entonces ha explotado todo yo creo que por ese medio.
En tu caso personal, ¿de dónde salen esas ganas de ser barbero?
Yo la verdad es que no sé cuándo llegó mi época, pero yo es que siempre he tenido muy claro que
quería ser. Yo vengo de familia de peluqueros, la tercera generación de familia de peluqueros,
y pasaban de tíos a sobrinos. El tío de mis tíos era peluquero, mis tíos son peluqueros, unos barberos
peluqueros, y no sé, yo cuando iba a la barbería y a la peluquería de mi tío, era un sitio que yo lo
veía, no sé, la barbería estaba siempre con un ambiente muy de jolgorio, de confianza, no sé,
me gustaba ese trato de decir coño está trabajando, pues parece que no son clientes, son amigos de él.
Y en la peluquería lo mismo, como que las mujeres hacia mi tío tenían como mucho cariño, mucha
confianza, era un sitio muy distendido. Muy como familiar, ¿no? Sí, no se veía un protocolo, era
como había una profesionalidad, pero no se veía un protocolo, una etiqueta, era como la gente era
como, era libre en ese sitio. En su casa. Claro. Eso no significa que... Sí, que a la hora de trabajar tengas que
trabajar, pero no es como si, yo que sé, estuvieras en un banco o en un supermercado, era como más
distendido. Entonces a partir de ahí, pues no sé, yo a los 14 ya tenía claro y decía a mi madre yo
quiero ser peluquero, yo quiero ser peluquero y desde los 15 años me puse manos a la obra, la verdad.
¿Empezaste trabajando en los locales familiares o ya desde el principio habrías de tu propio? No, yo con 15 años he entrado a la academia y me acuerdo que iba
a las mañanas a la academia y a las tardes iba a la peluquería de mis tíos, sin cobrar ni nada,
si quieres venir 20 y echas un ojo, aprendes y estuve eso, 3-4 años en formación constante,
pues a las mañanas academia, a las tardes peluquería y luego ya empecé a buscar trabajos,
me contrataron dos peluquerías creo, aparte de las de mis familiares y empecé a echar el ojo,
a ir ahorrando poquillo a poco y ya con 20 años fue cuando monté mi primer negocio.
¿Estamos hablando hace? Hace 10 años ya, más o menos en la época en que empezaron a florecer un poquito las barberías, típicas de barbería ¿no?
Sí, ahí es cuando volvimos otra vez a tener ese auge de que la gente quisiera ir a las barberías,
empezaban a ver los primeros degradados,
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