Cuarto Milenio: Vida en el planeta K2-18b 4y4q1t

Vamos de un milagro eclesiástico a un milagro tecnológico, porque es increíble, con nuestro amigo Fran Ramírez, con Sergio, cómo hemos podido visualizar lo que podría haber en ese mundo, simplemente metiendo las coordenadas biológicas, como una máquina pilotada por la inteligencia artificial, que te dice, mira, con toda esta atmósfera, toda esta huella base, toda esta biología, todas estas condiciones de presión, los seres que ahí lejos podrían ser como estos.

En este viaje impulsan nuestras velas las fuerzas de la ciencia, de la imaginación, de la tecnología.

¡Qué triangulación más maravillosa! ¿Quién puede ser el guía? ¿Quién puede ser el astronauta que nos lleve a este planeta concreto, del que ya aviso, ojo, del que ya aviso? Hay que empezar a ver estos programas y revisar, hacer rewind y ir allí para decir, hombre, Nieves andaba con la mosca detrás de la oreja.

José Manuel Nieves, como siempre, bienvenido.

Hola Iker, ¿qué tal? Ya avisaste.

Sí, me acuerdo que hicimos un programa en el que, así como Coletilla decía, se rumorea que hay un anuncio en Ciernes, y ese anuncio llegó en el mes de abril, y es este planeta maravilloso, K2-18b.

Lo que pasa que, claro, es en abril.

Este planeta tiene una historia preciosa.

¿Qué se dijo en un principio? Vamos por el principio.

Vamos a ver.

Lo que se dijo es que un equipo de científicos de Cambridge anunció que había encontrado unas trazas en la atmósfera de este planeta, que está a 124 años luz, o sea, bastante cerquita, habían encontrado unas trazas de sulfuro de dimetilo y de disulfuro de dimetilo, que son dos sustancias que están consideradas como biomarcadores.

Es decir, aquí en la Tierra, estas sustancias las producen organismos vivos, algas marinas.

Son como trazos de vida, entre comillas, o de posibilidad de vida.

Son como huellas, huellas, o sea, son huellas en la atmósfera de un desecho orgánico, por lo menos aquí en la Tierra.

Además es muy curioso, porque estas dos moléculas tienen como olor a col, o a brócoli, ¿sabes?, hervido, y a mar, huelen a mar.

Son las responsables del olor a mar que hay en las costas.

Con lo cual, dice un artículo en el periódico llamado El planeta que huele a mar, que imagínate...

Bonito.

Claro, claro, es que no podía resistirme.

Y como siempre, top, ¿no? Claro, aunque luego no sabemos si es verdad del todo, porque estos son tentativas.

Date cuenta de que encontrar estas dos moléculas, en la cantidad que estos investigadores dijeron en abril, a un planeta a 124 años luz, es una hazaña brutal.

Para entendernos, José Manuel, Cambridge dice, en uno de esos planetas posibles para la vida de los que tanto estamos hablando, y que antes ni existían prácticamente, no solo está ese punto que está en una zona, sino que encima hay este elemento que huele a mar.

Claro, porque la historia de este planeta empieza 10 años antes.

Empieza en 2015, que es cuando se descubrió este planeta.

Pero desde el primer momento ya llamó la atención.

¿Llamó la atención por qué? Pues porque era un planeta, era una supertierra, lo que se llama una supertierra, que está entre una y diez veces la masa del Sol.

Esta encaja perfectamente, porque es dos veces y medio más grande que la Tierra, y tiene 8,6 veces la masa de la Tierra.

Podría ser perfectamente así.

Claro, esto en 2015.

Además está justamente en la zona habitable de su estrella.

La zona habitable, recordemos, es la distancia de la estrella que permite que en el planeta haya una temperatura en la que puede darse el agua líquida.

Más cerca sería vapor, más lejos sería hielo, como nuestro Venus, que está rellamado.

Que le ha tocado la lotería cósmica como aquí en nuestra galaxia.

Claro, entonces muchísimo interés.

Ha habido más estudios, ha habido en 2019, en 2023, este mismo equipo del que te hablo, ya encontraron metano en la atmósfera.

Eso empiezan a ser indicadores, y empezaron a preguntarse si este planeta podría ser un planeta hiceano, con h, h-i, hiceano.

Es decir, hay planetas océanos.