
Mundo Sutil Capitulo 17 Alma animal 3jc2n
Descripción de Mundo Sutil Capitulo 17 Alma animal 5t3620
En este nuevo Episodio, que es una demanda de una persona que me pidió en los comentarios... o más bien me recordó, que hiciera un podcast sobre los animales y yo, que soy una persona muy cumplidita... pues ahí que lo he grabado. Otra cosa es que realmente satisfaga a la gente lo que digo pero como no dogmatizamos... pues ya está. Enlaces: [email protected] (si quieres que te conteste algo desde el podcast). https://tisanasdemiabuela.com/habla-con-tus-guias-y-encuentra-tu-respuesta (si quieres una sesión privada) https://tisanasdemiabuela.com/curso-de-magia-con-plantas-registro (por si te llama la magia con plantas, te regalo una formación). 1j321j
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Mundo sutil. Capítulo 17. Alma animal.
Un día, sin saberlo, me dijeron que hablo con los guías, y desde entonces me considero una traductora espiritual, o para ser más exactos, una correveidile, trayendo mensajes del mundo sutil a las personas. Además, soy la fundadora de tizanas de mi abuela, mi página de yerbitas, porque ante todo, soy una yerbera. Cuando difundo mis contenidos tengo un lema y es, aprendemos pero no dogmatizamos, porque cuando aprendemos tenemos la mente abierta, pero cuando dogmatizamos, cerramos la puerta a nuevas formas de entender la vida.
Y hoy vamos a hablar de la alma animal, de las cositas de los animales. Pero antes que nada, quiero contarte una historia preciosa de mis dos gatillos. Para empezar, cuando yo empecé a canalizar, un día me dio por tocarlos y cerrar los ojos, y resulta que vi vidas de mis gatos. Porque sí, mis gatos se desreencarnan también.
Por ejemplo, mi gatito Tomás, que era un gatito de estos naranjas, con el rabillo de rayas, pues había sido un tigre pachurrón. Y mi gata Luisita, que así se llamaba, pues descubrí que había sido águila, y que le encantaba volar. Por eso siempre andaba al filo del tejado jugándose la vida, porque mira que era bicho esta gata, es que era traviesísima. Bueno, podría escribirme un libro con las cosas tan traviesas que ha hecho esta gata.
Estos dos gatitos me acompañaron en el momento más difícil de mi vida, llenando de mi vida de alegría, de entusiasmo, incluso de una motivación por trabajar por ellos, por darles de comer, por tenerlos siempre cuidados, a pesar de las dificultades que yo había pasado en esos momentos. Yo he pasado por una crisis económica muy fuerte, supe que venía de un trabajito oscuro, que creo que ya os lo he contado en alguna ocasión, por lo menos de refilón, y estuve más de una década viviendo una seria crisis económica.
A ver, no voy a echarle la culpa siempre a las brujas que echan trabajos, porque yo también me empeñé en algo que me ha costado mucho trabajo aprender, me empeñé en ser libre, en no volver a depender de un empleador, en no volver a depender de una persona que decidiera cuándo iba a cobrar, cuánto iba a cobrar y cuánto tiempo le iba a dedicar, cuánto tiempo de mi preciosa vida iba a dedicarle a esas personas. Y además tampoco quería que ningún jefe nunca más volviera a maltratarme.
Y como decidí eso, pues me costó mucho trabajo aprender a emprender, pero afortunadamente ahora estoy en un proceso en el que empiezo a ver las mieles de aquel tremendo sacrificio. Y durante aquella época, mis gatitos estuvieron acompañando. De hecho, en mi mano tengo un tatuaje. Yo no soy de las locas del tatuaje, pero yo me hice uno. Hice uno con el trébol de mi página web, que también tiene una gran historia, ya te la contaré algún día.
Hice un tatuaje y le puse unas letras y entre esas letras están las letras de mis gatos.
Mi gatita Luisita se murió pues hace casi ya yo creo que un par de años. Tomás le siguió el camino seis meses después y cuando mis gatos se fueron supe enseguida, tuve la sensación de que algo nuevo me esperaba, de que en realidad ellos habían terminado su trabajo conmigo y de que habían estado acompañándome para vivir esa parte de mi vida tan oscura, tan difícil, tan complicada, que tanto trabajo me ha costado.
En ese momento, aquel día que mi último gato, mi Tomasillo, dejó de respirar, supe sin dudarlo que habían estado conmigo para acompañarme en este tramo tan difícil, llenando mis días de entusiasmo y de alegría, porque no había día que no me hicieran sonreír esas almitas pequeñas. Así que seguro que ahora están en un cielo, en un cielo de gatos. Bueno, no están los dos en el cielo de gatos, por lo menos sé que Tomás ha vuelto a la vida, porque curiosamente un día tuve una visita.
Comentarios de Mundo Sutil Capitulo 17 Alma animal 436c14