Periodistas 2x12 El sospechoso de siempre 502r5q

Parece que hubieses explotado una bomba, no una tubería.

Tranquila, mujer. Ya verás cómo terminan enseguida.

Uy, no crean esto. Si quieren que se me trabajo, va a llevar su tiempo.

¿Te ayudo? No, no hace falta. Gracias.

Y encima tengo que compartir el despacho con Luis.

Bueno, no será tan grave.

¡Ay, Luis, cuidado! Hola.

Eh... Lo sacan para hacerte un hueco.

Oye, pues lo siento, ¿eh? De verdad es...

No, no, no. Si no quería decir que me...

Bueno, da igual. Déjame que te ayude.

No, no, no. Puedo sola. Gracias.

¿Qué? Podemos pasar. Luego metéis prisas.

Eh... Lo siento, jefe. Pasen.

Eso es.

Eh... Vaya.

Déjame que te ayude.

Pero si...

¿Quién lo cree que pueda yo? Gracias.

Oye, ¿por qué no te sientas aquí en mi mesa? Es mucho más espacioso y vas a estar más cómoda.

Estoy bien aquí.

Yo voy a ir a tomar un café. ¿Tú quieres uno? No, ahora no.

Bueno...

¿Diga? No, no, no te has equivocado. Te lo paso.

Tu mujer.

Pilar.

Ya, ya.

Sí, Pilar.

Perdona, ¿te puedo llamar yo en cinco minutos? No, no hace falta.

Habla tranquilo, ya me voy.

Sí, ¿qué pasa, Pilar? ¿No ha llegado? Bueno, no se llama al banco. Yo la transferencia la hice.

No sé qué quiere decir con el reportaje.

Pues está clarísimo.

Que las obras municipales son la peste de la ciudad.

Bien, vale. Eso como titular me vale.

Pero es que al final no sabes si las obras son malas para la ciudad, son malas para el ciudadano o es que están mal hechas.

Así que hay que afinar un poco.

Pero vamos a...

No, no, hay que afinar, hay que afinar.

Perdón.

Hola.

Perdóname.

Es que Luis se ha ofrecido a compartir su despacho mientras me arreglan el mío.

Venga, seguid con lo vuestro.

Bueno, seguimos con las obras.

Fermín, vas a ir al salón de comisiones del ayuntamiento, a ver qué pillas.

Muy bien.

Oye, por mí no hace falta, ¿eh? Sí, claro que hace falta.

No quiero que se nos escape alcalde sin dar su opinión, ¿no? Bueno, me gustaría ir acreditado para no quedarme en la calle.

De eso se encarga Mamel.

¿Con derecho a copa o solo canapé? Canapé.

Ana, si tienes algún problema, luego te quedas y lo hablamos tú y yo.

No, no, no.

Como siempre.

No, es que siempre estamos con lo mismo.

Perdón por llegar tarde.

Se acabó.

Perdón.

Estoy harto de las obras.

Mira lo que me han hecho en el jersey.

¿Este no es el jersey que te costó 10.000 pelas, que estuviste medio año ahorrando con tu madre y tu familia? ¡Ven para acá, Willy, joder! Ay, José, relájate.

Últimamente no pasa ninguno de ello.

Es verdad que estoy matado con el seguimiento del tío este, ¿eh? Anoche llegué a mi casa a las dos y media de la mañana.

¿El de la huelga de hambre? El mismo.

18 días sin comer.

Está fatal el pobre.

18 días.

Y además tiene toda la pinta de que la empresa no le va a reitir, por mucho ayuno que haga.

Deberíamos hacer algo especial sobre él.

Ya no, si ya lo estamos haciendo.

No, no, no.

Pero bueno, yo me refiero a algo más humano.

No sé, pues qué opina su familia sobre esto o cuánto tiempo puede aguantar sin comer, ¿no? Pues unos 30 días.

En el momento que pasa la frontera ya no sobrevive.

¿30 días? Perdona, ¿puedo intervenir? Sí, claro.

Vale, gracias.

José Antonio, quiero que localices a la familia y que les hagas unas cuantas preguntas por su salud, cómo se siente, todo eso, ¿vale? De acuerdo, muy bien.

Bueno, pues eso es todo.

¿Alguna pregunta? No.

Perdona, Laura.

¿Sigo siendo jefe de local? Sí, par.

No, es que por un momento he pensado que solo era un redactor más.

Bueno, pues es bien fácil.

Al final le dais esta tecla y así todos los de local tienen a este artículo.

Fácil, ¿no? Pero es mucho más divertido cuando se han ocurrido las noticias.

Ya, Isabel, pero es que resulta que eso solo ocurre en la tele porque el 90% del tiempo estás o delante del ordenador o con el teléfono en la mano.

Ya, y el otro 10% en fiestas, en viajes y en entrevistas con famosos.

Oye, le tú sabes demasiado ya, ¿eh? Bueno, ¿qué pasa aquí? A la empresa para arriba, ¿eh? Maestro.

Venga.