
La última Perseida: La portuguesa (microrrelato) 5b1j1q
Descripción de La última Perseida: La portuguesa (microrrelato) o5252
La última Perseida: La portuguesa. Interpretado y escrito por Alberto Álvarez. 536618
Este contenido se genera a partir de la locución del audio por lo que puede contener errores.
Tu prepárate la dramática acciones más inquietantes y terroríficas de la última perseguida te atreves crónicas macabras la portuguesa aún no puedo borrar de mi cabeza lo que aquella noche presencié sea imagen y ese llanto me persigue anime perturban desde aquel día eran las pero una cincuenta y seis horas de la madrugada lo recuerdo muy bien porque justo en ese momento acabado de mirar la hora de la rabia era una noche muy lluviosa del mes de noviembre como de costumbre los viernes solíamos quedarnos un poco más de tiempo en la fábrica para terminar todo el trabajo y así no tener que ir el sábado rematar la faena circulando por la nacional cinco próxima a la base aérea de talavera las reales la lluvia se hizo mucho más intensa y torrencial aunque tenía puestos limpia parabrisas al máximo su función era casi nula con semejante tromba de agua que estaba cayendo tuve que reducir considerablemente la velocidad de mi coche para no salir de la carretera ya que apenas conseguí haber nada allí estábamos solos coches la lluvia y yo hubo un detalle que me llamo bastante la atención ni rastro de vehículos que recta profunda que parecía interminable aquello la verdad me parecía extraño un silencio abismal solo interrumpido por el impacto de las gotas en la luna de mi vehículo de pronto lo que en un principio parecía un susurro me hizo frenar en seco dejando el coche metida en el art no sé muy bien lo que acaba de suceder quizá tantas horas de trabajo estaban haciendo mella mí pero juraría haber escuchado el llanto de un bebé justo en el asiento trasero de mi coche decidía apagar el motor poner las luces de emergencia y dar un respiro a follando la cabeza en el volante de mi coche tranquilo josé tranquilo estás cansado quieres llegar a casa y ven a mario solo es eso mario es mi pequeño nació hace cinco semanas y es junto con mi mujer sofía mi mayor recompensa al llegar a casa después de un largo día de trabajo tras unos segundos reposando mi cabeza en el volante me incorporé que el motor de coche con el objetivo de llegar a mi casa en cuanto antes y encontrarme con mi familia al encenderse las luces de mi coche a unos diez metros justo delante de mi vehículo y aquello que se repite en mi cabeza noche tras noche una mujer una mujer vestida de blanco los limpia parabrisas me permitieron visualizar más detalles te lo que se encontraba frente a mí esa mujer tenía la mirada perdida su ropa parecía de otra época y entre sus brazos sujetaba un pequeño harapos que cubría lo que parecía una criatura ambos estaban empapados en sangre ese ser estaba inmóvil inerte carente de expresión sabía que lo que estaba viendo no podía ser real o de eso trataba de auto por meterme sabía que fuere lo que fuese esa mujer ya no pertenecía este mundo pues cuando comencé a analizar la de arriba abajo me encontré con una tremenda nada en donde deberían encontrarse sus pies parecía estar flotante tras unos segundos petrificado donde no podía mover músculo de presenciar como aquella mujer y daba su cabeza hasta que nuestras miradas entrega en ese momento sentí el miedo en ese momento el llanto que unos minutos antes no había hecho para negar en de la carretera rebotar dentro de mi cabeza una letra instintivamente me puse las manos en las orejas cubriéndome con el fin de que aquello de esa
Comentarios de La última Perseida: La portuguesa (microrrelato) 5h205f