Bryan Kohberger y el Caso Que Impactó al Mundo: Nuevos Datos y5r4v

Bienvenidos, bienvenidas, un día más, al Archivo de María.

El caso que os traigo hoy os va a dejar helados.

Lo he estado leyendo, me he estado informando, y es que es absolutamente terrorífico.

O sea, no os podéis imaginar la brutalidad con la que este señor, esta persona, atacó a cuatro estudiantes universitarios en sus propias casas mientras dormían.

El 13 de noviembre de 2022, casi al mediodía, la policía de Moscú, en Idaho, recibió una llamada de emergencia que cambiaría para siempre la tranquilidad de esta pequeña comunidad universitaria.

Una joven avisó de que había encontrado a una persona inconsciente en una casa cercana a la Universidad de Idaho.

Sin embargo, cuando los agentes llegaron a la casa ubicada en King Road, en el número 1122, lo que descubrieron superó cualquier expectativa.

A cuatro estudiantes le habían quitado la vida brutalmente.

Este es el caso de los cuatro universitarios de Idaho y Brian Coverger.

Las víctimas eran Madison Mogen, Kelly Goncalves, Shanna Kernudel y Ethan Chapin.

Todos ellos eran jóvenes prometedores que se encontraban en una etapa crucial en sus vidas y en sus estudios.

Madison Mogen tenía 21 años y estudiaba marketing en la Universidad de Idaho.

Era una joven extrovertida, conocida por su simpatía y por su amor por el trabajo en equipo.

Pasaba mucho tiempo con su mejor amiga Kylie, con quien compartía la casa en King Road.

Kylie Goncalves, también de 21 años, era estudiante de marketing en la Universidad también de Idaho.

Era conocida por su espíritu independiente y su habilidad para hacer amigos rápidamente.

Kylie soñaba conseguir una carrera en el ámbito de las comunicaciones.

A menudo pasaba tiempo con su perro, que se encontraba en la casa cuando ocurrió el crimen.

Shanna Kernudel, de 20 años, estudiaba marketing y era una persona alegre y dedicada.

Era pareja de Ethan Chapin y su relación era una de las más fuertes y cariñosas entre los estudiantes de la universidad.

Ethan Chapin, de 20 años, estudiaba ciencias del deporte y era un miembro activo de la fraternidad Sigma Xi.

Se le recordaba por su actitud generosa y por ser alguien apasionado por el deporte y la vida universitaria.

Ethan y Shanna compartían una relación sólida y habían estado juntos durante varios meses antes del trágico evento.

Lo más impactante no era sólo el crimen en sí, sino la forma en la que ocurrió y el hecho de que al principio no parecía haber pistas claras sobre quién podía estar detrás de esta atrocidad.

A partir de este momento comenzó una de las investigaciones más mediáticas y enigmáticas de los últimos tiempos.

Desde fuera, la casa de King Row parecía un típico hogar universitario.

Un edificio de tres pisos con varias habitaciones, una gran cocina y un amplio salón donde los estudiantes pues se reunían.

La fachada era sencilla, estaba pintada en tonos neutros y tenía grandes ventanales con un balcón en el segundo piso.

La entrada principal daba a una escalera que conectaba con los niveles superiores, mientras que la parte de atrás tenía una segunda puerta que conducía a un patio con vistas a una colina.

Sin embargo, lo que ocurrió en su interior aquella noche transformó ese espacio en una escena de horror absoluto.

Cuando la policía llegó al lugar, encontraron a varios vecinos y estudiantes reunidos en el jardín.

Algunos estaban en estado de shock, otros lloraban y otros simplemente observaban en silencio, incapaces de procesar todo lo que estaba pasando.

La puerta de entrada estaba abierta, sin signo de haber sido forzada.

Dentro de la casa, los agentes se toparon con un rastro de sangre que los guió directamente hacia los cuerpos.

La policía, cuando llegó allí, vio que el suelo de la casa era de madera y que había tantísima sangre que se filtraba por el suelo y estaba ya goteando en los pisos de abajo de donde ocurrieron los crímenes de estos estudiantes.

O sea, había tanta cantidad de sangre que el suelo lo había absorbido y estaba cayendo.

O sea, es muy fuerte.

Yo no me lo quiero ni imaginar, porque es que tiene que ser una situación de entrar ahí y verte ese panorama, te tiene que causar un trauma increíble.

Madison y Kaylee les encontró juntas en la misma cama, en el tercer piso.

Mientras tanto, Izan y Sana, que eran pareja, fueron encontrados en el segundo piso, cerca de la cocina.

Todos perdieron la vida entre las 4 y las 4.25 de la madrugada.

Y aunque Sana presentaba heridas defensivas en sus manos, lo que indicaba que había luchado por su vida, los demás fueron atacados de manera rápida y despiadada.

Sorprendentemente, no había signos de agresión sex.

Lo que dejaba abierta muchas preguntas sobre el móvil del crimen.

Lo más intrigante.