CARGANDO LA SUERTE. Plaza de toros de Burgohondo 6f6h59

Cargando la suerte con Leo Cortijo.

En Burgondo ha habido toros de forma más o menos continua desde finales del siglo XIX y no era fácil traer un único toro que era lo que podían permitirse.

Para transportarlo se unían varias yuntas, de las que tiraban del carro o del arado, y se iban montados en caballos o en burros hasta Ávila.

Lo transportaban hasta unos prados de la zona de la Hiedra, a los que allí llamaban los Prados de la Señora Antonia.

En ese lugar permanecía el animal hasta el día del festejo en honor al Cristo de la Luz, en septiembre.

La tradición se convirtió en norma ya por los años 30 y lo habitual es que se dieran tres espectáculos taurinos, una novillada, un festejo de toro a caballo y un festival.

Y es que la fiesta de los toros ha dejado una gran impronta en la localidad de Burgondo, porque los toros se celebran en la Plaza Mayor, donde está el ayuntamiento.

Desde la festividad de San Roque, a finales de agosto, el recinto, que es cuadrado, se transforma en circular con unas tablas.

Hay un dibujo en la Real Chancillería de Valladolid, que data de finales de la Edad Media, donde se ven las talanqueras para que no se saliesen los toros.

Ese sentir taurino en Burgondo tiene también su origen, porque la casta le viene al galgo, ya que la provincia de Ávila ha llegado a ser la tercera de España en número de festejos, que se dice pronto.

Para quien todavía dude de la tradición taurina de Burgondo, está ampliamente documentado que por su albero han pasado casi todas las figuras del toreo de todos los tiempos.

Domingo Ortega, Pimentel, Andrés Vázquez, que, por cierto, un año llegó a cobrar en melocotones.

Gabriel de la Casa, Manuel Vidrié, Curro Bedoya, Luis Francisco Esplá, Alejandro Talavante y Miguel Ángel Pereira como novilleros, El Juli como novilleros implicadores, o también Duigurdiales.

Prueba de su fortaleza y continuo crecimiento taurino es el dato de que el 18 de septiembre de 2023, en conmemoración del 20 aniversario del certamen de novilladas implicadores que lleva celebrándose desde 2003, se celebró la primera corrida de toros de la centenaria historia taurina de Burgondo.

Un mano a mano entre Rafaelillo y Antonio Ferreira, en el que actuó como sobresaliente el matador tembleño Pedro Cabrero con toros de Pablo Mayoral.

Triunfaron ambos diestros y Ferreira llegó a indultar al cuarto de la tarde.

Burgondo, donde la fiesta deja tan buen sabor de boca como sus melocotones.