CARGANDO LA SUERTE. Plaza de toros de Navalcarnero 4x46j

Cargando la suerte con Leo Cortijo Vino, Cordero y Garbanzo, tres elementos
que hacen muy conocida la localidad de la que hablaremos hoy y además, como no
podía ser menos, desmigaremos la historia de su Plaza de Toros y sus
conocidísimos encierros que se remontan nada más y nada menos que a finales del
siglo XVII. Pero antes comencemos mucho más cerca de nuestros días. Vamos a
julio de 2006. Una vez completadas las obras, inauguró la Plaza Nueva de Toros
cubierta en Navalcarnero, un proyecto muy esperado por los vecinos. Esta
instalación, la cuarta de su tipo en la Comunidad de Madrid, se ubica en un
terreno de 11.000 metros cuadrados y tiene capacidad para 7.500 espectadores,
aunque inicialmente se había previsto para algo más de 8.000. La construcción,
que costó 15 millones y medio de euros, lleva el nombre de Félix Colomo, en
honor a un matador local del que hablaremos más adelante. La inauguración
se celebró con una corrida de toros en la que participaron Enrique Ponce,
Rivera Ordóñez y El Cid, estoqueando toros de Antonio San Román. Si bien la
primera corrida en este coso se realizó en 2005, anunciándose Splá, El Fundi y
Robleño, también con toros de San Román. Y es que las ganas de toros pesaron más
que la premura en terminar las obras. Pero la tradición en Navalcarnero tiene
una rica historia taurina que se remonta al siglo XVI, con documentos que
evidencian la celebración de encierros allá por 1588. A lo largo de los siglos
la afición por los toros ha crecido, convirtiendo la localidad en un referente
en la celebración de este tipo de encierros, especialmente durante las
fiestas en honor a la Virgen de la Concepción, en septiembre. Este evento
atrae a más de 20.000 visitantes, generando un importante impacto en la
economía local. El recorrido de los encierros ha cambiado a lo largo del
tiempo y actualmente se lleva a cabo en un trayecto de aproximadamente 600 metros
que culmina en la nueva plaza. Los encierros se celebran en la madrugada
del 9 al 12 de septiembre y cada año se realizan al menos cinco, con un ambiente
festivo que incluye pasacalles y participación de los vecinos. Félix
Colomo, el matador local que da nombre a la plaza y tiene una estatua en la misma,
tuvo una vida marcada por la pasión por los toros, enfrentando desafíos durante
la guerra civil y posteriormente en su carrera. Su legado perdura en la nueva
plaza y en la cultura taurina de Naval Carnero, que sigue siendo un pilar vital
en los toros con sello madrileño.
Cargando la suerte, un espacio de Radio Castilla La Mancha para la cultura de la
tauromaquia.